Un suelo que puede complementar muy bien las casas de madera es la tarima, un tipo de suelo de madera caracterizado por ser bastante grueso, entre 4 y 8 milímetros como norma general, aunque en ocasiones puede llegar a tener grosores superiores. Como bien sabemos los que nos dedicamos a la venta de tarimas en Asturias, este tipo de suelo está formado por tablas rectangulares cuya longitud es mayor que su anchura. Esta madera puede ir encolada al suelo o sujetos con unos listones denominados rastreles. La forma de sujeción que recomiendan los fabricantes es que la tarima vaya encolada al suelo, para evitar vibraciones y ruidos.

Es posible utilizar varios tipos de madera para llevar a cabo las tarimas, por lo que se puede establecer una combinación perfecta con el material usado en las casas de madera. Entre las maderas más utilizadas podemos citar la de roble, la de fresno, la de castaño y la de haya. Si lo prefieres, puedes recurrir a maderas de importación como la de jatoba o la de roble americano. Independientemente del tipo de madera que vayas a utilizar, vas a encontrar una serie de ventajas al instalar tarima en tu casa.

Este tipo de suelo se caracteriza por su larga duración, ya que podrás tenerlo muchos años, y resulta más económico que otros materiales. Para las personas alérgicas es una opción muy interesante, puesto que es antialérgico. Además permite numerosas combinaciones y ofrece resultados muy vistosos desde el punto de vista estético. Asimismo, se adapta a cualquier tipo de vivienda.

Desde el punto de vista de su cuidado y mantenimiento, la tarima no suele ser muy problemática. Basta con pasar un trapo seco o una mopa frecuentemente, aunque también se recomienda fregar cada cierto tiempo el suelo de tarima con muy poca agua.

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