Instalar tarima en Asturias en tu hogar es una decisión que va más allá de lo estético. El tono que elijas —claro u oscuro— tiene un impacto directo en la percepción del espacio, la luz y el ambiente general. Las tarimas de tonos claros, como el roble natural o el haya, aportan frescura y amplitud, haciendo que las estancias parezcan más grandes y luminosas. Son ideales para espacios pequeños, con poca luz natural o en estilos nórdicos y minimalistas, donde se busca transmitir limpieza y sencillez.

Por otro lado instalar tarima en Asturias oscura, puede dar un toque de elegancia, calidez y sofisticación. Tonos como el wengué, nogal o ébano crean contrastes atractivos con paredes claras y aportan un carácter más definido a la decoración. Son perfectos para salones amplios o ambientes donde se desea un efecto más acogedor. Eso sí, pueden requerir una mayor atención al mantenimiento, ya que tienden a mostrar más fácilmente el polvo o las marcas.

El color del suelo también influye en cómo se perciben los elementos del mobiliario. Las tarimas claras combinan bien con casi todo, pero destacan especialmente con muebles oscuros, generando contraste sin saturar el ambiente. Las tarimas oscuras, en cambio, suelen lucir mejor con muebles claros o de líneas modernas, creando una atmósfera equilibrada y armoniosa. La clave está en mantener una coherencia visual entre suelo, paredes y decoración.

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